sábado, 10 de enero de 2015

YO NO SOY CHARLIE

Yo no soy Charlie Hebdo, simplemente soy Charlie, Stéphane , Luís, Alika, Aasim, Abdul, Mei Ling, Kumiko, Naser, o cualquiera de otras tantas humildes personas, desheredados de este mundo, que trabajan y luchan por sobrevivir en este mundo de injusticia y crueldad que no controlan y en el que no han participado en construir; personas que no cuentan, pero existen, y solo por ello tienen el derecho inalienable  a la vida sin que nadie en nombre de argumentos falsos de raza, sexo y religión tenga derecho a segársela.

Escribo estas líneas desde cierta distancia que, determinadas circunstancias, me han mantenido alejado de las noticias de estos días. Pero vivimos en el mundo de la comunicación y es del todo inevitable que éstas lleguen, sobre todo cuando se ha perpetrado, en este caso en París, un atentado contra la vida y la humanidad en el seno del popular semanario satírico de Charlie Hebdo. Llama una vez mas la atención que, quienes están encargados de hacernos llegar esta noticia -los medios de comunicación- sitúen sectariamente el cruel atentado como un “ataque a la libertad de expresión” cuando se trata de una ataque contra la vida, los derechos humanos y la humanidad

No soy Charlie, pero he recibido la noticia con consternación e indignación, como recibo las que tienen que ver con miles de inmigrantes que mueren en las aguas en busca de futuro y vida y solo encuentran la muerte, o las de personas que se ven inmersas en guerras absurdas y mueren cada día sin saber porqué, o como miles de mujeres que por el hecho de serlo sucumben, todos los días, víctimas de atentados machistas con indiferencia y lejanía de quienes les rodean. Toda muerte a manos de una persona es violencia y “terrorismo”. Por eso resulta inquietante oír a personalidades políticas, como Marine Le Pen, utilizar y manipular una tragedia humana como la ocurrida en París, para promover el odio sobre culturas y la instauración de la pena de muerte, sobre todo en quien, según las encuestas, puede gobernar próximamente Francia. La pena de muerte  es una forma de terrorismo ejercido desde el Estado.

Nadie en nombre de de Dios y religión de turno puede arrogarse el poder de quitar la vida a las personas, y debe ser castigado con la máxima contundencia que permita la ley, siempre que esté de acuerdo con los Derechos que se han vulnerado y pretende castigar. Pero no se puede tratar la magnitud de lo ocurrido obviando las causas, sobre todo si se pretende solventar el problema; y el problema es que la violencia engendra la violencia, y la injusticia la rebelión, y yo que no soy Charlie Hebdo, pero sí Charlie, Stéfhane, Luis, Alika, Aasim, Abdul, Mei Ling, Kumiko y Naser, no puedo obviar que las causas de todos los terrorismos, está el dinero,  la injusticia, la agresión, la esquilmación, el despojo, las guerras, y por qué no, el terrorismo ejercido desde occidente a otras culturas fundamentalmente por intereses económicos y geoestratégicos.

Por ello da pavor el atentado como los de EEUU, Madrid, Londres y ahora París. Pero también produce indignación ver la frialdad y falsedad con la que los líderes de occidente se pronuncian y reúnen  escandalizados en relación con la tragedia, como manipulan las conciencias de los ciudadanos de bien, sin hablar y obviando lo que pasa y ha pasado sobre el terreno en Irak, Afganistán, Siria, Irán, Libia, Palestina etc,  cuando lo primero va indefectiblemente unido a lo segundo. Dentro de unos días toda esta consternación pasará, todo volverá a la situación anterior y nada se arreglará, hasta que otro desgraciado día vuelva a ocurrir, y vuelta a empezar. Desgraciadamente como casi siempre se puede acudir al refranero, que en este caso viene bien aquel que dice “de aquellos polvos vienen estos lodos”.





domingo, 5 de octubre de 2014

Fijate bien, es casi una descripción de la soledad, una imagen de silencio y suma belleza. Seguramente alguna vez te habré comentado algo sobre este cuadro de, Monet, que para mí es obra entre sus obras, aunque nunca le había visto desde ese punto de vista, es la constatacion de las indefinidas interpretaciones que pueden generar en tu interior una obra de arte, todo es relativo, cielo, como esta imagen que, sumida en una abstracción de la soledad hace se diluyan las formas de lo que vemos. Quien sabe lo que sintió Monet al observar directamente este preciso instante, quizá se sentia sólo en aquellos momentos, o simplemente se limitó a dibujar lo que veía, no creo, porque esta belleza solo puede ser pintada por el alma que contempla un amanecer para los sentidos, con un sol que bracea por salir entre la bruma extendiendo sobre el mar su camino naranja.

Texto: JCPG  (2 de Octubre de 2014)
Pintura: Monet

Renoir

Hola, cielo, hoy me apetece la dulzura, envolverme en armonía, y para ello nada mejor que la obra de Renoir, llena de luz y colores cálidos. He escogido esta por su simbolismo ¿hay algo mas significativo representando la felicidad que esta escena?. Renoir, nos presenta un cuadro lleno de luz y color como en él es habitual, pero en este caso no es fiel a los cánones del impresionismo donde la luz difumina las figuras; fíjate bien como en esta composición recupera la forma y el volumen con unas figuras perfectamente modeladas, incluso parece que se inspira en aquellas figuras clásicas de Rubens, que recuerda a las "Madonnas" del Renacimiento; una bella escena que acompañada de luz y color inspiran felicidad y armonía.

Texto: JCPG (24 Septiembre 2014)
Pintura: Renoir

Polinesia. Gauguin

Las figuras de mujer siempre estarían presentes en la obra de, Gauguin; lo estuvieron indefectiblemente en su etapa bretona donde las mostraba realizando las diversas labores del campo, e incluso caseras como las lavanderas o planchadoras. No pudo ser menos en su etapa de la Polinesia y mares del sur, donde aparecen en todos sus composiciones en multitud de poses y actividades desplegando un maravilloso exotismo. En esta bellísima escena que contemplamos, son el objeto principal de una composición en la que potencia claramente las dosis del primitivismo que domina la escena. Es la sensación de estar ante dos estatuas maories plenamente estudiadas, una de espaldas y otra de frente, es impactante el contraste que emplea para dar protagonismo a las figuras, la belleza de los cuerpos oscuros, desnudos, sobre los colores del mar y la arena, desplegando esos cálidos tonos claros rosas, lilas y amarillos.

Texto: JCPG (21 Septiembre 2014)
Pintura: Polinesa. Gauguin

Estanque Giberny.  Monet

Que mágico juego de luz nos enseña, Monet, en su entrañable estanque de Giberny, como si las personas tuvieran luz propia sobre el oscuro follaje verde de la vegetación reflejada en las cristalinas aguas del lago. Una abstracción maravillosa de la tranquilidad y la armonía que se respira en una composición bellísima donde sus malvas sobre los vestidos blancos de las mujeres son los protagonistas una vez mas.

Texto. JCPG (1 Septiembre 2014)
Pintura Estanque Giberny. Monet

Escena de Baño. Degás

Es una de las obras mas atrevidas que, Degas, pintó de su serie de bañistas, de hecho no la presentó en la gran exposición que realizaron los impresionistas en 1886. Es una obra de "vanguardia" para el recato de la época, donde el artista muestra claramente el rostro y cuerpo de la mujer a modo de exposición, cuando lo normal era difuminarlos. Una escena de intimidad después del baño con escasa iluminación, en la que la luz que sale de la supuesta ventana del lateral, cae y recorriendo el cuerpo de la joven para mostrar mejor su desnudez y potenciar su figura; por lo demás, emplea colores de oscuros marrones para reforzar la intimidad, con único contraste de color que ofrece la blusa naranja de quien la está peinando.

Texto: JCPG (15 Agosto 2014)
Pintura. Escena de baño.  Degas

Esta mañana me he encontrado con la agradable sorpresa de una dedicatoria dirigida a mi por dos amigas que están en Francia, Isabel Paulina Teran Pereda y Ana Maria Martinez,

de un retrato de Berthe Morisot, musa de Manet y pintado por el, que se halla en le musee d'Orsay de París. Morisot, es la primera mujer impresionista, y muy mimada por los artistas de este movimiento de finales del siglo XIX, y entre sus obras me encanta esta que comento hoy y ofrezco especialmente a estas dos amigas. El cuadro es "una tarde de verano", asi lo tituló, y está pintado a "plein-air" en Bois de Boulogne, uno de los lugares favoritos de la burguesía parisina para pasar sus días de ocio.

La luz inunda la escena y diluye los contornos en un día soleado de verano, efecto atmosférico que traslada magistralmente a las aguas tranquilas y cristalinas, en las que proyecta unos espectaculares reflejos plateados. Morisot, logra así una abstracción de un día tranquilo y en perfecta armonía. 

Texto: JCPG (13 Agosto 2014)
Pintura: Una tarde de verano. Berthe Morisot